29 septiembre, 2006

Para olvidar

Pues sí. Así fue la noche. No siempre que salgo acierto. Hay noches que lo mejor que podía haber hecho era quedarme en casa. Eso pasó ayer. Me explico. Quedamos Luis y yo para tomar unas copitas, pero ya me dijo por teléfono que iba corto de pasta y que el martes se había pegado una juerga con Dani. Después de estar esperándolo una media hora, también me pone sobreaviso de que a su novia, Gemma, no le hace mucha gracia que salga conmigo. Demasiados problemas. Uno tiene que salir olvidándose de todo, sin agobios. O sales o no sales.
La cosa mejoró cuando me dijo que habia quedado con los compañeros de trabajo. Es una pandilla a estudiar. El responsable de RR.HH. de la empresa se había hartado de grifa el día de la selección. Pero luego son buena gente. Me cuesta entrar un poco en un grupo que ya está hecho, pero se ve que son enrollados. Los chavales son "gente sin complejos", y las chicas la verdad son monas, aunque está todo el pescado vendido. Pero te lo pasas bien.
Quedamos en un céntrico bar de la ciudad, y de allí nos fuimos a la inauguración de un garito. El sitio no estaba mal, pero cometimos el error de sentarnos. Si a eso le sumas que Luis se tiró toda la noche intentando solucionar problemas laborales, creo que os voy poniendo en situación.
A última hora, nos animamos a ir a la pista de baile. Mi hábitat. Pero ya era pelín tarde. La gente estaba de bajona, y poco se pudo hacer. La gente se empezó a pirar, y los que se quedaron, cuando nos dimos cuenta, estaban fuera del local fumándose un porro. Eran las 4 de la mañana y aquello había acabado. Yo estaba bastante ambientado, pero Luis llevaba 1 hora de pesado para que nos fuéramos. Ahí acabó la noche.
Con mis consejos, quiero que evitéis situaciones como las de Luis. El va de sincero con la novia, pero lo está haciendo realmente mal. La novia, al principio, como todas, veía bien que saliera por la noche con sus amigos, porque así ella podía salir con las suyas. Pero claro, el problema empieza cuando tu novia no tiene nadie con quien salir un día, y tú le llegas y le dices que sales. Empieza la guerra psicológica. Y poco a poco, esa libertad y comprensión desaparece. Si a eso le sumas que eres un golfo, pero con remordimientos, como Luis, estás metido en un problema. ¿Tu novia va a permitir que salgas si cuando llegas le cuentas que has estado en un puticlub, o te has enrollado con una chica? Pero claro, como quieres ir de sincero, le tienes que contar las cosas. Un cacao. Todo este jaleo hace que a las 4 de la mañana, tengas la cabeza como un bombo y lo único que quieras hacer es mandarle un sms a tu novia desde la cama diciéndole que has sido bueno y que la quieres. Penoso.

El fin de semana no se si saldré al final. Tengo algunos asuntos que pueden hacer que pueda salir. Mañana sábado os lo confirmaré. Pasarlo bien.

28 septiembre, 2006

San Jueves

Aqui estoy otra vez. Vuelvo la noche del jueves, porque ésta noche hay fiesta. Luis me ha llamado que tiene invitaciones para la inauguración de un local de invierno, y a eso uno no puede faltar. En principio vamos los dos solos, pero no sé si al final vendrá Dani. A mi novia voy a verle ahora, y la dejaré sobre las 11 y media o por ahí, la hora perfecta. Mañana os diré cómo me ha ido.

Consejo 3: ¿Mejor sólo o mal acompañado? Una vez que tienes decidido cuándo vas a salir, tienes que buscar con quién salir. Esta tarea no es fácil, no porque nos pongamos muy exigentes, sino por la dificultad que entraña el encontrar a alguien en tu misma situación. Lo primero que hay que tener en cuenta es que no hace falta que sea un amigo de toda la vida. Claro está que es la mejor opción, pero es bastante complicado. De todas formas, muchas veces, uno se anima a llevar este ritmo precisamene porque su mejor amigo ha terminado una relación. Eso hay que aprovecharlo. En todo caso, si no tienes esa opción, vale casi cualquiera: compañero de trabajo, de gimnasio, el amigo de un amigo... la cuestión es ir acompañado. Lo que no aconsejo nunca es salir solo. Si ya de por sí, dos tíos solos en una discoteca tienen pinta de buitres, uno sólo además da pena. En serio, si no tienes ningún plan mejor no salgas. Guarda las energías y el dinero para otro día (te lo digo por experiencia).
Ahora bien, esa persona o personas con los que salgas, por lo menos, tienen que cumplir varios requisitos: que tengan una imagen similar a la tuya (para poder entrar en un sitio que os gusten a todos), que tengan una buena borrachera (que no sean de estos que cuando beben buscan broncas, o les da por llorar o cosas de esas), que no sean muy aburridos (salir para aburrirse es perder el tiempo), y muy importante, que sean discretos. Lo ideal es que no conocieran a tu novia, pero si eso no es posible, por lo menos que sea gente que nunca se le vaya a escapar algo. si es otro tío en tu misma situación, mejor. cuidado con los "metepatas"
A partir de ahí, cualquiera vale. Lo que no vale es salir con una amiga. No se puede salir de noche con una amiga, a no ser que haya perspectiva de algo más. La compañía femenina te ahuyenta el resto de las féminas, no puedes hacer comentarios machistas ("a esa la ponía yo a cuatro patas y ..." y cosas de esas) y te vas a casa sin triunfar. Si de por sí, eso ya es difícil, con ella lo va a ser mucho más. Las amigas, para tomar café por las tardes.
Una vez que ya vayas saliendo más a menudo, irás conociendo a más gente, y elegir un poco más. Pero al principio, agárrate a lo que puedas.

25 septiembre, 2006

Los muertos de la grúa

Como prometí ayer, hoy escribo nada más para dejar una historia que ocurrió hará unos 3 años. Os pongo en situación. Tengo familia desperdigada practicamente por todo el universo, pero en una ciudad cercana tengo una prima con la que mantengo una gran relacion. En el verano de hace unos 3 años fui a visitar a mis familiares de esa ciudad. Por motivos que realmente no recuerdo, Lois no pudo venir. En fin, llegué el viernes por la tarde, y mi prima me comentó que esa noche íbamos a salir, nombrando esa gran frase: "He quedado con unas amigas" (Dios, que me gusta). Cuando llegamos al sitio de reunión, había varias chicas, de todo tipo. En esa situación, mi táctica es la paciencia. No puedes ir directamente a por una, porque si fallas, ninguna querrá ser segundo plato. Tienes que dejar que ellas actúen. Si te lo montas bien, eres simpático y te lo sabes currar, te estarás convirtiendo en un trofeo. En este caso, eran compañeras de trabajo, y la que gane, tendrá el honor de contar todos los cotilleos el lunes. Así que deja que ellas den los pasos.
En este caso, sólo hubo que esperar un par de copas. Una de las chicas (que llamaremos Lucía, porque ya no recuerdo su nombre), me empezó a contar un rollo insoportable. No estaba mal, rubia, no muy alta, y buenas curvas. La historia iba sobre que había tenido una relación con un chico de mi ciudad. Pero me empecé a dar cuenta de que no se me separaba. La rubia tenía todas las papeletas para llevarse el premio esa noche. Invité a una ronda de chupitos, y aquello fue ya la puntilla.
Nos fuimos a una discoteca de la ciudad. Yo ya estaba con una "embolia láctea", puesto que Lucía llevaba un vestido ajustado que me estaba poniendo malo. No tardé en atacar. Era presa fácil. Efectivamente, cayó en mis redes. Nos pegamos unos sobeos, pero al poco tiempo me dijo que se tenía que ir. Joder, una putada, ya que fui poco previsor y no llevaba mi coche, si no que íbamos en el de mi prima.
La chica estaba muy entregada y me dijo de quedar para el sábado. Perfecto. No volvería a repetir el mismo error. El sábado fue un día muy largo, pensando nada más que en Lucía. Me tenía malo. Mi prima había quedado con otra gente el sábado, pero Lucía le confirmó que volvería a ir a la misma discoteca del día anterior. Así que salimos en los dos coches. En el primer sitio donde quedamos, decidimos dejar uno de los dos coches. Lógicamente dejé el mío, así que lo dejé aparcado, en doble fila, esperando que alguien nos acercara a Lucía y a mí más tarde. Sobre las 2 y media llegamos a la discoteca. Al poco apareció ella. Joder, qué ropita se había puesto. Falda y top, cosas ligeras que se quitan rápido. Al poco rato ya estábamos otra vez liados. Cuando me dijo que le quedaba poco para irse, le comenté que me había traído esa noche el coche. Ella me dijo que no sabía, que le daba corte... Vamos, que sí, que me quería "trincar". En ese momento mi prima todavía no se iba, y no quería cortarle el rollo, así que decidí coger un taxi en la puerta de aquel local que nos llevara a mi coche. Yo me había apuntado el nombre de la calle en el móvil (y hasta me había informado de cómo llegar a algún descampado cercano donde llevar el coche). Cogimos el taxi, y yo estaba ya que no me aguantaba. Nos bajamos del taxi, pero empecé a darme cuenta de que algo no iba bien: no veía mi coche. Cuando llegué al lugar donde lo dejé, estaba vacío, salvo por un pequeño detalle: una pegatina amarilla en el suelo. No hace falta que os diga que significa; al parecer, me había dejado el freno de mano echado. Quería morirme, o no, mejor, que la tierra me tragara directamente. Por Dios, qué mal lo pasé. De los peores momentos de mi vida. Lucía no quería reirse, pero había momentos en los que no podía aguantarse. Yo estaba entre incrédulo, mosqueado y avergonzado. Pero ya no había solución.
No tuve otra opción que coger otro taxi para llevar a Lucía a su casa, puesto que ya había pocas ganas y menos tiempo. Qué desastre. La chica no hacía más que decirme que me tranquilizara, que no pasaba nada... claro, ese era el problema, que en ese momento ya no pasaría nada, no te jode...
Tras dejarla en su casa, me monté de nuevo en un taxi, y le dije al taxista que me llevara al depósito municipal. Antes, me paré en un cajero, puesto que sacar el coche me costó 60 euros. De allí, a casa de mis tíos. mi prima ya había llegado. Cuando se lo conté a la mañana siguiente no se lo creía, y se estuvo riendo 2 ó 3 horas. Pero efectivamente, eso había pasado.
A Lucía no la he vuelto a ver. Tampoco puse mucho interés. Me daría vergüenza.
En esos momentos es cuando uno se da cuenta de que en la vida es muy importante el factor suerte. La buena o mala suerte son las que deciden tu futuro. Pero lo que está claro es que la suerte hay que buscarla. Y no hay que rendirse ante las adversidades. No siempre va a pasar eso...
Por cierto, también me di cuenta de lo caro que puede llegar a salir un polvo. Si a los 60 euros de la multa, le sumáis los taxis que cogí, y las copas a las que le invité, la cantidad da miedo. Coño, me tenía que haber ido de putas: me hubiese salido más barato y hubiese dormido un par de horas más.

Pues nada, a lo largo de estos días os iré contando los planes para el fin de semana, que parece va a ser bueno. A pasarlo bien

24 septiembre, 2006

Una bala perdida

Estoy destrozado, llevo durmiendo o intentándolo desde que llegué a mi casa a las 7 de la mañana. Se podría decir que la noche fue aprobado, pero no un sobresaliente. Estuve cenando con Lois y con Toni y su novia, Rosa. Despues estuvimos tomando una copa en un sitio tranquilo. Hasta ahí, todo normal. A las 2, cuando la dejé en su casa, llamé a Luis. Al final Reme no salía, y le mande un sms a Luis diciéndole que luego le buscaría para tomar una copa. Pero resultó que también salía con la novia, así que parecía que esta noche me batiría en retirada. Pero dijo una frase fundamental: "Mi novia (Gemma) ha quedado con unas amigas". Bingo. Esa frase es un sonido celestial para mis oídos.
Quedamos en un bar de un barrio céntrico de Metrópolis. No me gusta ese tipo de bares. Se pierde el tiempo, que es muy valioso. nNo se baila y no hay mucha gente, como mucho 30 personas. Haciendo una media fácil, la mitad son mujeres. De las 15, lo normal es que 7 u 8 vayan con pareja. Total, que sólo quedan 6 ó 7 chicas solteras de las que como mucho un par de ellas merecen la pena. Una pérdida de tiempo. En fin, cuando llegaron, Gemma me presentó a dos amigas. De una no recuerdo ni el nombre, y la otra se llamaba Leo. Sinceramente, no valían mucho, por no decir nada. Estuve un rato hablando con Luis hasta que chaparon el bar.
La cosa parecía venirse abajo, pero Gemma propuso ir a una discoteca de un polígono de las afueras. Leo parecía no estar muy por la labor, pero al final aceptó. La otra chica no podía venir.
Llegamos a la discoteca. Típica discoteca donde ir sin ninguna provisión de estupefacientes es un suicidio. A la media hora de estar escuchando la misma canción estás hasta los huevos. Pero no todo iba a ser malo. Me pareció intuir que Leo se estaba animando, y empezó a a bailar de un modo pelín sugerente. Gustarme no me gustaba, pero bueno, no hay nada que dos Legendario no puedan solucionar. Después de pensármelo durante unos segundos, decidí intentarlo con Leo.
En esos sitios, es muy difícil hablar. Pero eso precisamente es lo que hace que se rompan las distancias. Hay que hablar en la oreja del contertulio para poder mantener la conversación. Eso hace que haya cogidas de cintura, de un brazo al cuello... Ya hay un contacto físico, y eso siempre es bueno. Y la verdad, la chica se pegaba bastante. Tenía la sensación de que algo podía haber.
A las 5 y media más o menos decidimos irnos. Aquello era insoportable. Obviamente me ofrecí para llevar a Leo a su casa. No me pillaba de camino ni de lejos, pero aceptó. Estuvimos hablando todo el camino, sobre todo de trabajo. Cuando llegamos a su casa, era obvio que no quería irse. Empezamos a hablar de cosas sin importancia, y tras algún juego de manos, decidí lanzarme. Me acerqué, le puse la mano en su cara y..., agua, la tía me la retiró. Joder, qué palo. Ese momento es jodido, y más cuando te lo hace una tía que fisicamente no vale nada. La chica me abrazó y me dijo que o quería nada, que si tal, que si cual... Se acabó la noche. Tras otra media hora hablando, conseguí largarla del coche. Otro recuerdo más.
Se puede considerar como un fracaso el hecho de que te lanzes a una chica, y ella te rechace. Aunque para mí hubiera el fracaso hubiera sido no haberme lanzado siquiera. El hecho de luego comerme la cabeza pensando en si ella hubiese querido o no es frustrante. Esto lo olvidaré pronto. Disparé, pero fallé. Otra bala perdida.

Consejo 2: Encontrar una noche. Este consejo es lo primero que hay que tener en cuenta. Tras un tiempo de relación, se suele entra en una monotonía, unas pautas fijas todas las semanas. Lo fundamental para poder empezar a disfrutar de este ritmo de vida es que tu novia no vea un cambio radical. Si en tu relación tenéis la costumbre de "Sábado, sabadete cena y polvete", el hecho de cambiar eso sería un problema. Sería preferible buscar otras alternativas. Un buen recurso son los jueves. Es el día típico. Si quedas con tu pareja, el que te despidas de ella a las 12 de la noche no genera sospechas. La noche del jueves es muy interesante. No hay muchas colas para entrar en las discotecas, y es más complejo que te "cacen". Si no te es posible los jueves, en algunas ciudades puedes recurrir hasta a la noche del domingo. La cuestión es buscar momentos en los que no estés normalmente con tu novia. Si aún así, te es difícil, tendrás que acostumbrarla. Te aconsejo que te guardes la noche de los viernes. Es la mejor.
Los humanos somos animales de costumbres. Hay parejas que todos los viernes por la noche quedan a la misma hora, quedan con la misma gente y cenan en el mismo sitio. Bueno, nada es imposible. No cambies bruscamente. Una noche propónle cambiar. Ir al cine, o cambiar el sitio donde cenar. La primera vez ella lo verá como una novedad, y normalmente no te va a poner muchas pegas. Lo que sí es importante es que empieces a despacharla antes de las 2, 2 y media. Más tarde no interesa, puesto que ya es complicado coger el ritmo, y cuando te des cuenta son ya las 6 de la mañana. la primera noche, puedes poner la típica excusa de que no te encuentras bien. No habrá muchos problemas. Pero esa excusa no te valdrá siempre. Por eso es muy importante la costumbre. Salgas o no salgas, todos los viernes intenta dejarla a esa hora. Las primeras veces se enfadará, e incluso puede que sospeche. Es un momento delicado, pero para eso lo hacemos todas las noches. Una cosa que suelen hacer es llamarte al móvil al rato de haberte ido para haber si has llegado a casa. Empieza el control. Si lo hace una noche que no has salido, has ganado. Ella ha quedado en evidencia. Ella misma se culpará de sospechar de ti sin fundamentos. Lo normal es que pasen varios fines de semana hasta que lo vuelva a hacer. Cuando salgas, al principio te recomiendo que apagues el móvil. Haz las llamadas necesarias y apágalo. Y no lo vuelvas a encender hasta la mañana siguiente. ¿Por qué? Dos razones. La primera: mejor que cuando te llame esté apagado que no se lo cojas. La excusa al día siguiente es mucho mas fácil y menos sospechosa. La segunda: Las operadoras dan la opcion de que la persona que llama reciba un sms cuando el móvil apagado sea encedido. Como eso ocurra a las 5 de la mañana, estás muerto...
Parece complicado, pero merecerá la pena. Ella se acostumbrará a regañadientes, pero se acostumbrará. Y tu tendrás vía libre.

Perdonar que hoy no escriba el capítulo de historias pasadas. Prometo escribir mañana sólo para ello. Estoy reventado.

23 septiembre, 2006

La primera vez

En cada post, por ahora, os vaís a encontrar tres apartados. El primero, mi vida actual. Mi día a día. El segundo, consejos de cómo llevar esta vida. El tercero, capítulos anteriores de mi vida, de cómo llegue hasta aquí.

. Bueno, he empezado este blog un sábado. ¿Casualidad? Es probable. La idea la llevaba en la cabeza ya tiempo, y hoy me he decidido. Hoy supongo que habrá fiesta. Llevo toda la semana sin salir y lo necesito. Aunque estoy realmente arruinado, creo que algo podré hacer. Siempre se puede hacer algo. No sé exactamente qué haré. Por un lado, el jueves me mandó un sms Luis, mi compañero de juergas, (no confundir con un amigo, simplemente compañero de juergas) para tomar algo, pero quería reservarme para el fin de semana. No podía quedarme sin dinero tan pronto, así que quedamos para hoy. Su novia trabaja el domingo temprano, así que tiene vía libre. Pero por otro lado, está Remedios, el Guadiana, porque entra y sale de mi vida. El destino hace que de vez en cuando nos encontremos, y volvió a aparecer hace 10 dias. Quedamos para el sábado pasado, y no sé si llamarla para hoy. Las dos opciones no las puedo elegir, ya que no se llevan demasiado bien Reme y Luis (Luis no es indiferente para nadie, y en este caso ha sido para mal). En esta época lo que pasa es que es difícil salir, ya que la gente no sabe si ir a los sitios de invierno o de verano. Los propios empresarios tienen los dos sitios abiertos, y ahora salir es un poco una lotería.

Creo que lo que haré es llamar a Reme a ver si sale con su hermana Raquel. Ésta última está bastante metida en la noche y sabrá por donde moverse. Si no salen, llamaré a Luis. Si ha quedado con su amigo Daniel, supongo que terminaremos en un puticlub. Pero no os asustéis. No subo con ninguna chica. Me limito a tomar un par de copas, hablar con algunas chicas y cogerles el culo. Es el final de noches que no han salido bien.

Mañana os contaré cómo me ha ido.


. Consejo 1: La moral. Este consejo es fundamental. Es muy importante que echéis a ese angelito pesado que teneis en la conciencia. Con esto no le faltáis el respeto a vuestra pareja, ni la estáis dejando de querer. Lo que estáis haciendo es quereros a vosotros mismos. Tenéis que pensar en vuesta vida, en vuestra felicidad, en vuestra libertad. Una relación con una mujer termina por acaparar cada minuto de vuestra existencia. Poco a poco, día a día, dejáis de pensar en singular, pasáis a pensar en plural, y termináis pensado en tercera persona. Eso es triste. My triste. Guardaros aunque sea un poquito. No entreguéis entera vuestra alma. Guardaros esa chispa, ese rayo de vida. Todos lo hemos vivido alguna vez. No hay nada mejor que llegar a casa y haber sentido una mirada que se clavaba en tu alma. Nada mejor que haber tenido una conversacion con una chica que acabas de conocer. Nada mejor que haber sentido que le has gustado a alguien. No ha hecho falta ser infiel. Solo el sentimiento de haber ligado, de saber que le has gustado a esa morena que te miraba sin cesar, de haberte apuntado el movil de una rubia espectacular. Eso es la vida. Esos momentos , o estar de risas con tus amigos una noche de verano en una terraza de una gran ciudad, o el momento de mandar un sms a una chica con la que sabes que puede haber algo más... No renuncéis a eso. Porque eso es lo que nos mantiene vivos. Cuando tengas 60 años, recordarás esos momentos como lo mejor de tu vida. Podrás haber tenido 2 mujeres, 4 niños, 10 trabajos, 30 vacaciones en la playa... pero los recuerdos que te harán sonreir serán esos. Tenlo en cuenta. Arriésgate.

. Quisiera contaros la primera vez que salí por la noche de estrangis, pero sinceramente, no me acuerdo. Pero os voy a contar mi primera aventura. Ocurrió a los 2 ó 3 mese de empezar mi relación. Meses antes de conocer a mi novia, una noche conocí a una rubia espectacular, Sandra era su nombre. Yo iba con un tio, bastante capullo, de estos a los que te agarras cuando no hay otra alternativa, pero que conoce a mucha gente de la noche. Estábamos en la zona VIP de una conocida discoteca de Metrópolis y vimos a dos chicas bastane atractivas. Él apuntó a hacia una de ellas, una morena, muy guapa. Y me presentó a su amiga. Bufff. Estuvimos hablando un buen rato hasta que se tuvieron que ir. Me dijo que trabajaba en un bar de copas de la ciudad los viernes. Tras las pertienentes 2 semanas de rigor, fui con varios amigos a ese bar. Allí estaba ella, pero no me hizo mucho caso, la verdad. Antes de irnos, conseguí su móvil. La semana siguiente le mande un sms, pero no me respondió. Fin de la historia...?

Pues no. Un buen día, estando yo ya con Lois recibí un sms suyo. Me quedé frío. Me decía que le perdonara por no haberme contestado, pero que había estado liada. Quería que quedáramos un día. Joder, me hice un lío ¿Qué hacía? Por un lado estaba muy bien con Lois, me encontraba muy a gusto, pero por otra parte, no llevaba mucho tiempo. ¿Y si estaba dejando pasar a la mujer de mi vida? No quería arrempentirme el resto de mis días de no haber quedado con ella, así que quede entre semana para tomar algo. Seguía tan guapa como cuando la conocí, pero ya esa primera vez me di cuenta de que no había feeling, por lo menos por mi pate. Me aburrí bastante, y estaba loco por irme. Aún así quedé con ella para ese fin de semana. Pro aquel entonces yo todavía podía salir alguna vez con mis amigos, y así lo hice. Quedé con mi mejor amigo, Toni, que por aquel entonces estaba soltero, y con Juan, otro gran amigo, que estaba empezando una relacion, como yo (por cierto, ya está casado). Ellos no conocían a Sandra, y la primera impresión fue desde luego positiva. Estuvimos en varios bares de la ciudad, y finalmente, ocurrió. Nos besamos. Sinceramente, mi objetivo con ella se quedaba en aquella madrugada. no tenía mas intenciones. Además, me cortó que la ví un poco emocionada, pero por aquel entonces hasta mis amigos se habían dado cuenta de que estaba pelín mal de la cabeza. La cagaba bastante y bebía demasiado.

Al terminar la noche en mi coche, y llevarla a su casa, le dije que la llamaría. Pero no lo hice. Aquello ya había terminado.

Al mes más o menos me la encontré en el mismo sitio donde nos besamos por primera vez. La saludé, y me quise excusar por no haberla llamado. Me dijo una frase que nunca se me olvidará: "No me tienes que dar explicaciones, tranquilo. No había ningún compromiso". Me dejó marcado con la naturalidad que me lo dijo. Quizás fueron las palabras mas coherentes que le escuché. Eso me hizo pensar que quizás la había infravalorado, y que sus metidas de pata se debían a los nervios. Nunca lo sabré. Con el tiempo la he vuelto a ver alguna vez, aunque ya no nos hemos saludado. Ha pasado a ser un bonito recuerdo.

Bienvenida

Hola, me llamo Clark Kent, tengo 30 años y vivo en Metrópolis. Tengo novia desde hace 6 años (su nombre es Lois Lane), tenemos nuestro piso comprado, aunque todavia no tenemos fecha para casarnos (ya os explicaré por qué). A partir de ahora escribo este blog para mostrar cómo se puede llevar una doble vida durante mucho tiempo.

En este primer post os voy a poner un poco en antecedentes. Lo primero es que no siempre he sido así. Durante los dos primeros años de mi relación mis salidas nocturnas o escarceos eran esporádicos. Aún así, desde luego fue la peor época. Al principio salía con el consentimiento de mi novia. Pero obviamente, ese permiso tenía fecha de caducidad, y a partir de ahí lo tuve que hacer clandestinamente. Ahi empezaron los problemas. Una noche me encontré de cara con una amiga de novia. Primera bronca gorda, aunque pude salir con vida. Durante un tiempo lo dejé, pero como dice el refrán, al final la cabra tira pal monte, y empecé a salir nocturnamente. Poco a poco, lo que era algo excepcional, se volvió rutinario. Había épocas en las que eran hasta dos veces por semana. Pero también son rachas. Había meses que no lo hacía nunca. Ya os mostraré por qué.

Hasta hoy. En este tiempo ha habido de todos, rolletes, amantes, amigas y amigos que jamás conocerán a mi novia, accidentes de tráfico... Iréis conociendo todo con detalle.

Una cosa. Supongo que este blog lo leerá más de una mujer. Lo hará por curiosidad, por masoquismo, o para aprender. Sólo quiero decir que esto no es machismo. Según las encuestas las mujeres son más infieles que los hombres. A lo mejor algunos de estos consejos les sirven para sus relaciones, pero creo que la forma de proceder de las mujeres no se adecua a este blog. En todo caso, si desde aquí ayudo a alguna mujer a llevar una doble vida, me alegro. No es un blog anti-mujeres. el objetivo es valorar la vida y el tiempo de cada una de las personas. Que nadie se entregue al 100% a un futuro dudoso, y que cuando llegue ese futuro, se arrepienta de no haber aprovechado ese pasado. El presente.