24 septiembre, 2006

Una bala perdida

Estoy destrozado, llevo durmiendo o intentándolo desde que llegué a mi casa a las 7 de la mañana. Se podría decir que la noche fue aprobado, pero no un sobresaliente. Estuve cenando con Lois y con Toni y su novia, Rosa. Despues estuvimos tomando una copa en un sitio tranquilo. Hasta ahí, todo normal. A las 2, cuando la dejé en su casa, llamé a Luis. Al final Reme no salía, y le mande un sms a Luis diciéndole que luego le buscaría para tomar una copa. Pero resultó que también salía con la novia, así que parecía que esta noche me batiría en retirada. Pero dijo una frase fundamental: "Mi novia (Gemma) ha quedado con unas amigas". Bingo. Esa frase es un sonido celestial para mis oídos.
Quedamos en un bar de un barrio céntrico de Metrópolis. No me gusta ese tipo de bares. Se pierde el tiempo, que es muy valioso. nNo se baila y no hay mucha gente, como mucho 30 personas. Haciendo una media fácil, la mitad son mujeres. De las 15, lo normal es que 7 u 8 vayan con pareja. Total, que sólo quedan 6 ó 7 chicas solteras de las que como mucho un par de ellas merecen la pena. Una pérdida de tiempo. En fin, cuando llegaron, Gemma me presentó a dos amigas. De una no recuerdo ni el nombre, y la otra se llamaba Leo. Sinceramente, no valían mucho, por no decir nada. Estuve un rato hablando con Luis hasta que chaparon el bar.
La cosa parecía venirse abajo, pero Gemma propuso ir a una discoteca de un polígono de las afueras. Leo parecía no estar muy por la labor, pero al final aceptó. La otra chica no podía venir.
Llegamos a la discoteca. Típica discoteca donde ir sin ninguna provisión de estupefacientes es un suicidio. A la media hora de estar escuchando la misma canción estás hasta los huevos. Pero no todo iba a ser malo. Me pareció intuir que Leo se estaba animando, y empezó a a bailar de un modo pelín sugerente. Gustarme no me gustaba, pero bueno, no hay nada que dos Legendario no puedan solucionar. Después de pensármelo durante unos segundos, decidí intentarlo con Leo.
En esos sitios, es muy difícil hablar. Pero eso precisamente es lo que hace que se rompan las distancias. Hay que hablar en la oreja del contertulio para poder mantener la conversación. Eso hace que haya cogidas de cintura, de un brazo al cuello... Ya hay un contacto físico, y eso siempre es bueno. Y la verdad, la chica se pegaba bastante. Tenía la sensación de que algo podía haber.
A las 5 y media más o menos decidimos irnos. Aquello era insoportable. Obviamente me ofrecí para llevar a Leo a su casa. No me pillaba de camino ni de lejos, pero aceptó. Estuvimos hablando todo el camino, sobre todo de trabajo. Cuando llegamos a su casa, era obvio que no quería irse. Empezamos a hablar de cosas sin importancia, y tras algún juego de manos, decidí lanzarme. Me acerqué, le puse la mano en su cara y..., agua, la tía me la retiró. Joder, qué palo. Ese momento es jodido, y más cuando te lo hace una tía que fisicamente no vale nada. La chica me abrazó y me dijo que o quería nada, que si tal, que si cual... Se acabó la noche. Tras otra media hora hablando, conseguí largarla del coche. Otro recuerdo más.
Se puede considerar como un fracaso el hecho de que te lanzes a una chica, y ella te rechace. Aunque para mí hubiera el fracaso hubiera sido no haberme lanzado siquiera. El hecho de luego comerme la cabeza pensando en si ella hubiese querido o no es frustrante. Esto lo olvidaré pronto. Disparé, pero fallé. Otra bala perdida.

Consejo 2: Encontrar una noche. Este consejo es lo primero que hay que tener en cuenta. Tras un tiempo de relación, se suele entra en una monotonía, unas pautas fijas todas las semanas. Lo fundamental para poder empezar a disfrutar de este ritmo de vida es que tu novia no vea un cambio radical. Si en tu relación tenéis la costumbre de "Sábado, sabadete cena y polvete", el hecho de cambiar eso sería un problema. Sería preferible buscar otras alternativas. Un buen recurso son los jueves. Es el día típico. Si quedas con tu pareja, el que te despidas de ella a las 12 de la noche no genera sospechas. La noche del jueves es muy interesante. No hay muchas colas para entrar en las discotecas, y es más complejo que te "cacen". Si no te es posible los jueves, en algunas ciudades puedes recurrir hasta a la noche del domingo. La cuestión es buscar momentos en los que no estés normalmente con tu novia. Si aún así, te es difícil, tendrás que acostumbrarla. Te aconsejo que te guardes la noche de los viernes. Es la mejor.
Los humanos somos animales de costumbres. Hay parejas que todos los viernes por la noche quedan a la misma hora, quedan con la misma gente y cenan en el mismo sitio. Bueno, nada es imposible. No cambies bruscamente. Una noche propónle cambiar. Ir al cine, o cambiar el sitio donde cenar. La primera vez ella lo verá como una novedad, y normalmente no te va a poner muchas pegas. Lo que sí es importante es que empieces a despacharla antes de las 2, 2 y media. Más tarde no interesa, puesto que ya es complicado coger el ritmo, y cuando te des cuenta son ya las 6 de la mañana. la primera noche, puedes poner la típica excusa de que no te encuentras bien. No habrá muchos problemas. Pero esa excusa no te valdrá siempre. Por eso es muy importante la costumbre. Salgas o no salgas, todos los viernes intenta dejarla a esa hora. Las primeras veces se enfadará, e incluso puede que sospeche. Es un momento delicado, pero para eso lo hacemos todas las noches. Una cosa que suelen hacer es llamarte al móvil al rato de haberte ido para haber si has llegado a casa. Empieza el control. Si lo hace una noche que no has salido, has ganado. Ella ha quedado en evidencia. Ella misma se culpará de sospechar de ti sin fundamentos. Lo normal es que pasen varios fines de semana hasta que lo vuelva a hacer. Cuando salgas, al principio te recomiendo que apagues el móvil. Haz las llamadas necesarias y apágalo. Y no lo vuelvas a encender hasta la mañana siguiente. ¿Por qué? Dos razones. La primera: mejor que cuando te llame esté apagado que no se lo cojas. La excusa al día siguiente es mucho mas fácil y menos sospechosa. La segunda: Las operadoras dan la opcion de que la persona que llama reciba un sms cuando el móvil apagado sea encedido. Como eso ocurra a las 5 de la mañana, estás muerto...
Parece complicado, pero merecerá la pena. Ella se acostumbrará a regañadientes, pero se acostumbrará. Y tu tendrás vía libre.

Perdonar que hoy no escriba el capítulo de historias pasadas. Prometo escribir mañana sólo para ello. Estoy reventado.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Buenísimo Clark, no me he reído mas en mi vida, seguiré tu historia atentamente, lo de este sábado ha sido mortal, que te haga “la cobra” una chica que ni siquiera te gustaba, jajajajaja, bueno que no te gustaba a las 2:00, porque ya sabes el dicho, “no hay mujeres feas si no copas de menos”.
Tu fiel admirador
Toni jajajajajajaja me parto

7:53 p. m.  

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