29 septiembre, 2006

Para olvidar

Pues sí. Así fue la noche. No siempre que salgo acierto. Hay noches que lo mejor que podía haber hecho era quedarme en casa. Eso pasó ayer. Me explico. Quedamos Luis y yo para tomar unas copitas, pero ya me dijo por teléfono que iba corto de pasta y que el martes se había pegado una juerga con Dani. Después de estar esperándolo una media hora, también me pone sobreaviso de que a su novia, Gemma, no le hace mucha gracia que salga conmigo. Demasiados problemas. Uno tiene que salir olvidándose de todo, sin agobios. O sales o no sales.
La cosa mejoró cuando me dijo que habia quedado con los compañeros de trabajo. Es una pandilla a estudiar. El responsable de RR.HH. de la empresa se había hartado de grifa el día de la selección. Pero luego son buena gente. Me cuesta entrar un poco en un grupo que ya está hecho, pero se ve que son enrollados. Los chavales son "gente sin complejos", y las chicas la verdad son monas, aunque está todo el pescado vendido. Pero te lo pasas bien.
Quedamos en un céntrico bar de la ciudad, y de allí nos fuimos a la inauguración de un garito. El sitio no estaba mal, pero cometimos el error de sentarnos. Si a eso le sumas que Luis se tiró toda la noche intentando solucionar problemas laborales, creo que os voy poniendo en situación.
A última hora, nos animamos a ir a la pista de baile. Mi hábitat. Pero ya era pelín tarde. La gente estaba de bajona, y poco se pudo hacer. La gente se empezó a pirar, y los que se quedaron, cuando nos dimos cuenta, estaban fuera del local fumándose un porro. Eran las 4 de la mañana y aquello había acabado. Yo estaba bastante ambientado, pero Luis llevaba 1 hora de pesado para que nos fuéramos. Ahí acabó la noche.
Con mis consejos, quiero que evitéis situaciones como las de Luis. El va de sincero con la novia, pero lo está haciendo realmente mal. La novia, al principio, como todas, veía bien que saliera por la noche con sus amigos, porque así ella podía salir con las suyas. Pero claro, el problema empieza cuando tu novia no tiene nadie con quien salir un día, y tú le llegas y le dices que sales. Empieza la guerra psicológica. Y poco a poco, esa libertad y comprensión desaparece. Si a eso le sumas que eres un golfo, pero con remordimientos, como Luis, estás metido en un problema. ¿Tu novia va a permitir que salgas si cuando llegas le cuentas que has estado en un puticlub, o te has enrollado con una chica? Pero claro, como quieres ir de sincero, le tienes que contar las cosas. Un cacao. Todo este jaleo hace que a las 4 de la mañana, tengas la cabeza como un bombo y lo único que quieras hacer es mandarle un sms a tu novia desde la cama diciéndole que has sido bueno y que la quieres. Penoso.

El fin de semana no se si saldré al final. Tengo algunos asuntos que pueden hacer que pueda salir. Mañana sábado os lo confirmaré. Pasarlo bien.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Enga ya, no me creo que nunca le mandaras a tu novia un mensajito de esos, seguro que tras esa coraza de tío chulito hay un corderito sumiso con la novia. “Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces”. O no?

No te mando el abrazo, aunque no se por que no lo quieres, ya que seria lo mas cerca que tendrías la carne humana últimamente, porque mucho salir pero nos comemos poco, eeeehhhhhhhhhh.

Toni.

1:33 p. m.  

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